Si tienes prisa, basta con quitarles el corazón duro a los tomates y batirlos con todos los ingredientes y unos cubitos de hielo, para que esté fresquito. Debe quedar una crema espesa. Sírvelo en un bol e incorpora unos dados de queso Burgo de Arias cabra, unos taquitos de jamón y riega con un chorrito de aceite. Salpimenta al gusto y cero complicaciones.
Pero si tienes tiempo y quieres preparar el salmorejo perfecto lo ideal es pelar los tomates, ponerlos en un bol con el pan troceado, los ajos, el aceite, sal y pimienta y dejarlos remojar en la nevera toda la noche. Así se integarán e intensificarán todos los sabores. Al día siguiente, se baten y se sirven como crema, con cucharada, o sobre tostadas, con dados de queso Burgo de Arias cabra y jamón picado como guarnición.
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